Paso del Norte hoy Ciudad Juárez cumple 363 años!

Por Juan de Dios Olivas.
Con una Biblia y un crucifijo en sus manos, fray García de San Francisco realizó una ceremonia religiosa el 8 de diciembre de 1659 y decretó el auto de fundación de la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte que se instaló a los márgenes del Río Grande del Norte.
El día de la Inmaculada Concepción de María fue elegido para fundar el campo misionero integrado por indios mansos, piros y sumas que habitaban estas tierras quienes junto con los franciscanos formaron una comunidad que fue creciendo y al paso de los siglos se convertiría en el corazón de lo que hoy es Ciudad Juárez.
Fray García de San Francisco eligió un terreno en parte alta, al sur del Río, donde apoyado por los nativos construyó un pequeño templo con muros de lodo y palos, con techumbre de paja, en el predio donde en la actualidad se ubican las avenidas Vicente Guerrero, Mariscal y 16 de Septiembre.
El lugar elegido para fundar la Misión se encontraba a corta distancia del Río Bravo, en el lugar que 61 años antes el conquistador Juan de Oñate bautizó como Paso del Norte, al tomar posesión de “todos los reinos y provincias de Nuevo México sobre el Río del Norte (Bravo) en nombre del Señor Rey Don Felipe II”.
Era el punto del Camino Real donde habitualmente las caravanas de viajeros cruzaban el Bravo para internarse al actual territorio de Nuevo México.
La pequeña comunidad fue integrada por 4 mil nativos conversos al cristianismo y 363 años después el número de quienes la integramos supera el millón y medio de habitantes con personas extranjeras de más de 70 países, integrantes de más de 11 pueblos originarios de todo el país y migrantes de todo el mundo.
Paso del Norte consagrado a la virgen de Guadalupe
El 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de María, Fray García de San Francisco reunió nutrido grupo de indígenas mansos y sumas para realizar la ceremonia formal en la que dedicó la misión a la Virgen de Guadalupe, cuyo culto estaba ya presente entre los criollos del centro del virreinato y cuya celebración estaba ya muy cercana: el 12 de diciembre.
El nombre que fray García de San Francisco le dio a su fundación fue el de Misión de Nuestra Señora de Guadalupe del Paso del Norte, de la que al paso del tiempo conservó el nombre de Paso del Norte y que fue cambiado en 1888 por el de Ciudad Juárez por la defensa de México que desde esta ciudad se realizó en contra de la intervención francesa.
En los informes dirigidos a sus superiores, fray García comentaba sobre el acta de fundación de la misión: “… haber bajado (yo) con no poco trabajo a El Paso del Río del Norte en la frontera de la Nueva España (…) y habiéndome congregado la mayor parte de las rancherías de los mansos paganos en dicho sitio y habiéndoles ofrecido la palabra evangélica (…) y permitiéndome construir una pequeña iglesia de ramas y lodo y un monasterio techado con paja, dichos paganos añadido y recibídome como su predicador y ministro…
“Yo nombro y dedico esta santa iglesia y conversión de la santísima Virgen de Guadalupe con el citado nombre de El Paso… llamo por testigos al cielo y la tierra y a todos los ángeles que están presentes como guardias y especialmente a todos los paganos que son de esta conversión y a Bernardino Gualtoye, Antonio Guilixigue, Antonio Elogua, Juan Azoloye, Francisco Tzitza y Felipe Quele, cristianos del pueblo de Senecú, compañeros partidarios que descendieron conmigo”.
Templo de la Misión de Guadalupe con influencia andaluz
Tres años después de la fundación de la Misión de Guadalupe, fray García bendeciría la piedra fundamental y los cimientos del templo actual con muros solidos, al tiempo que sus compañeros procuraban la subsistencia de la tribu Manso y enseñaban a los indígenas técnicas de agricultura, llevaban ganado y abrían una acequia para el regadío de hortalizas y viñedos.
El templo de la misión fue originalmente improvisado con enramadas y barro, pero a partir del 2 de abril de 1664 cuando en la misión habitaba unas 400 personas, fray García inicia la construcción de un templo permanente que fue terminado 4 años después y consagrado.
Para 1667, Andrés López de Gracia es nombrado alcalde mayor y capitán a Guerra de la Jurisdicción de El Paso del Norte. Era el primer gobierno civil con un representante del gobernador de Nuevo México que se asentó en forma permanente en la misión.
En 1668, el templo es terminado de construir y es dedicado nuevamente a la Virgen de Guadalupe con la asistencia de autoridades eclesiásticas y el casamiento de 100 personas.
Sus paredes son de adobe, mientras que las vigas del techo y los pilares son troncos de palma traídos del sur y tallados a mano. En su interior hay varias estatuas de madera como la de La Inmaculada Concepción y La Dolorosa, que son más antiguas que la misión y se cree que fueron talladas en Europa.
En su diseño se refleja la formación que tuvo fray García de San Francisco desde la región de Andalucía, su tierra natal, hasta su paso por el convento de Churubusco donde tomó los hábitos franciscanos.
Los arcos de madera, el artesanado de madera, pinturas tipo mosaico árabe, figuras de flores y estrellas es de influencia andaluza.
Es el mismo edificio que se conserva en la actualidad y es el único original que sobrevive de las misiones de la región, ya que todos los demás fueron destruidos y vueltos a reconstruir en distintos períodos
El templo y el campo misionero se encontraban a corta distancia del río Bravo, el cual proveía el agua necesaria para las labores agrícolas e irrigaba una planicie muy fértil que en la primavera, durante los deshielos, era inundada por el río formándose una delgada capa de tierra orgánica que permitía sembrar cereales, árboles frutales y hortalizas.
El crecimiento de la nueva comunidad siguió y en 1685, el gobernador de Nuevo México, Diego de Vargas Sapata y Ponce de León Contreras, vino a Paso del Norte a inaugurar el Presidio de Nuestra Señora del Pilar y de San José nombrando ese día como primer alcalde mayor del rey a José María Gracia.
El Presidio –cuyo edificio es ocupado actualmente por el Centro Municipal de las Artes (Cema)– se ubicó a espaldas de la Misión de Guadalupe y sus muros albergarían al poder político de la ciudad hasta la época contemporánea, cuando dejó de utilizarse para cambiarse a la Unidad Administrativa Benito Juárez.
Sin embargo, el centro de desarrollo de lo que hoy es Ciudad Juárez, en los primeros albores lo sería la Misión de Guadalupe.

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